La radio sigue sonando… si tú quieres

«Cajita con la que cargué cuidadosamente en mi huida
de casa al barco y del barco al tren
para que sus lámparas tampoco se me rompiesen
y mis enemigos no dejaran de hablarme
en la cabecera de la cama y con gran dolor mío
de sus victorias y mis penalidades
cerrando la noche y empezando la madrugada:
¡prométeme no enmudecer nunca de repente!»

 
Hoy la radio ya no tiene lámparas y ha salido de la cajita que Bertolt Brecht describía en este poema. Ahora está en nuestros bolsillos, en nuestros ordenadores, en nuestra televisión y nos acompaña, como siempre, a la parada del autobús, al trabajo, en nuestro camino clase, en el coche, cuando hacemos las compras o cuando realizamos ese trabajo pendiente que nos tendrá despiertos hasta bien entrada la madrugada. La radio está ahí, distinta, con otras formas, con otros contenidos, pero con la misma voluntad: acercarnos a todo lo que acontece, a personas que no conocemos, a nuestros seres queridos, a la Historia, a los pueblos, al conocimiento… La radio es voz, música, silencio, acontecer y realidad. Hoy tenemos que reivindicar su esencia, no al medio.

En el corazón de la radio han de estar aquellos que estuvieron siempre y la hicieron transgresora, gratificante, onmipresente, transcedente y eterna: los jóvenes. El alma de la radio son los jóvenes, los de cualquier época y lugar, los que comprenden su emoción y los que son capaces, con su creatividad, imaginación y motivación, de conseguir que sea una sorpresa continúa, década a década, día a día, minuto a minuto.

En Radio UVa, al igual que en todas las radios universitarias, la voz es de los jóvenes. Trabajar para ellos es lo único que puede asegurar la permanencia del medio más emotivo, creíble y cercano que el Periodismo ha dado a la Humanidad. Comenzamos temporada, ¿vienes?