Fracking: el nuevo negocio

La fracturación hidráulica aterriza en España para dar respuesta a la deficiencia de materia prima de gas y petróleo.

El nuevo modelo de negocio de las compañías petroleras occidentales se orienta a la extracción de gas metano mediante `fracking´. Este hidrocarburo se encuentra a más de 3 kilómetros bajo tierra atrapado en las rocas pizarra y es necesario construir un pozo para su obtención.

El mayor peligro del que advierten los ecologistas es la posible contaminación de los acuíferos por el agua utilizada para fracturar la capa del subsuelo. El fluido que se inyecta a gran presión contiene aditivos clasificados por los organismos de control europeos como de “atención inmediata”.

Los permisos para la prospección y exploración en zonas ricas de extracción de gas metano en España han aumentado en 2016 y ya se han entregado más de 140 licencias a compañías gasistas. El único proyecto suspendido ha sido el de la empresa Petroleum en El Juncal (Sevilla).